Así me siento. Feliz. Y no por nada en especial pero si por algo en concreto. Mi hijo.
Me ha dado, otra vez a sus cuatro años, una lección. Porque hace tiempo que ya no llora ni quiere verme llorar a mi. Porque se ha hecho mayor de golpe. Sigue siendo un niño, como es natural.. pero sus formas, sus gestos, sus miradas sin decir nada y diciéndolo todo.. han cambiado. Y es normal. Toda su vida ha cambiado. Y ahora él está cambiando la mía. Gracias.
Gracias porque sin ti, hijo mio, esto no sería igual. Nada sería igual. Has hecho que vuelva a sonreír. A sentir que la vida tiene sentido, valga la redundancia.. A notar el calor del sol en mi piel. Vas haciéndote un hombrecito. Encontrando tu camino y haciendo que el mio sea mas fácil de andar.
Te sientes mejor. Y eso se nota. Sonríes, estas a gusto, has hecho nuevos amigos, te vas adaptando a todo.. demostrando mucha mas madurez que algunos adultos y a mi me llena, de gozo, de alegría, de orgullo !! te quiero tanto..
Tengo miedo de tanta felicidad. Se que la felicidad es algo que nos corresponde de vez en cuando, a cuentagotas.. pero ahora no voy a mirar atrás, no voy a pensar en el futuro.. voy a disfrutar del momento y a sentirme bien, porque lo necesito y tu también.
Y lo que tenga que ser , será...
