15 noviembre 2008

Estamos en otoño, pero ya llegó la navidad..


Todos los años por estas fechas me entra el síndrome.. no el premenstrual, ni el de Diogenes, ni tan siquiera tantos de miles que hay por ahí.. simplemente el síndrome de la llegada de la navidad. Me debato entre dos mundos. El mio propio... recuerdos de mi juventud, navidades felices, añoranza, todos juntos.. y el presente, siendo parecidas, jamás iguales.. falta tanta gente..


Y el mundo de mi niño.. ilusión, esperanza, el brillo de sus ojos, esa media sonrisa espectante al hablar con él sobre Papá Noel y los Reyes Magos... quisiera que vieran que carita.. se le ilumina!!


Mientras yo voy en mi particular cuenta atrás.. cada día queda UN día menos para el gran día.. y recordando como de niña pedía dormirme, como Blanca nieves ( no en plan rueca, eh!!) y no despertarme hasta semana santa..


Que contradicción,eh! pues es así, como realmente siento la navidad.. por una parte tremendas ganas de que mi hijo disfrute de ellas intensamente y por otra mi propia desilusión al ver como se va perdiendo la inocencia y el "fondo" de lo que son en realidad..


De todos modos y como cada año.. empezaré quejandome de todo y acabaré como siempre, comprando y regalando a todo el mundo ( este año tiraremos del amigo invisible.. jejeje) y viviéndola como el que más.. porque en el fondo, muy fondo, sigo siendo aquella chiquilla que esperaba detrás de la ventana la visión de un trineo volando por los aires con los ojos medio cerrados por el sueño...


Y saben que?? no llegué a verlo nunca.. pero SE que está ahí...


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Hablando de venas quejicas..


Os habéis dado cuenta de que cada año colocan los turrones antes??

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y que lo digas.
La próxima vez los Reyes van a venir en bañador, jejejeje
Con lo de los turrones tenemos doble peligro, por los kilos y los euros...

un beso,
Euralia