02 agosto 2008

Hemos vuelto

Se acabó lo bueno.. hemos vuelto a la cruda y dura realidad, la del día a día. Se acabaron las vacaciones. Como siempre, planeando con anterioridad esos días en los que no vamos a hacer nada, o por lo menos esa es la intención, nada que hagamos como norma.. tal como lavar, planchar, fregar y cocinar.. que razón tenia mi madre cuando decía que el pensar que comer era un calentamiento de cabeza continuo..

Llegó el día y salimos como toros del toril, ansiosos por llegar a destino, sea el que sea, y salir un poco de la rutina. Los días pasan rápido, una sucesión de descanso mezclado con salidas esporádicas bajo el sol y un poco mas tranquilas y sosegadas en pos de la brillante luna.. las terrazas nos invitan a reposar y la playa, tan querida por los peques, nos deja exhaustos a nosotros mas que a ellos, indudablemente..

La semana pasa con mucha rapidez y llega el momento de la vuelta. Cerrar maletas y la mente, aun sin desearlo uno mismo, vuelve a la nevera que dejamos vacía y a esas lavadoras que volverán a su pleno rendimiento en cuanto pisemos el quicio de la puerta..

Se acabaron las vacaciones, hemos reído, discutido, incluso llorado.. volvemos cansados pero pletóricos y planeando las próximas.. porque gracias a ellas y a sus recuerdos, los días que faltan para volver a sentir, no se hacen tan largos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

también para los que recibimos al veraneante, es un cúmulo de preparaciones y alegría de pensar que podremos por fin palpar a los nuestros, que no será todo por ese santo teléfono que nos tiene comunicados, aunque también, medio arruinados, verdad? Pero que más da algo hay que tener cuando no se puede oler a ese nieto que huele a juventud y sobre todo a AMOR, y a esos hijos que se creen que queremos más a los nietos que a ellos, pero en el fondo, bien saben que como a un hijo no se puede querer. Y después llega la marcha, el fín de esas vacaciones que por mucho, siempre se nos antojan cortas y pasa lo siguiente, que aunque todos hayamos salido de nuestra rutina y estemos agotados, nos sentimos vacios de repente y eso es lo duro. De todos modos volveremos a disfrutar de esas salidas, cambio de opiniones y aunque sea esporádicamente intentaremos estar juntos, para que jamás nuestra llama se apague y sobre todo porque nos encanta. Yo ya estoy deseando ir al inglés ó aunque sea a medio camino para estar unas horas juntos, que siempre merece la pena y la alegría de oir a mi nieto decir " abuela te quiero
", os quiero a todos.

cristi dijo...

Me has hecho llorar, tonta..