27 julio 2009

Momentos

Cuando tenía 18 años me enamoré, por primera vez. Fue un amor loco, de esos que te dejan huella, por aquello del primer amor y de los que piensas que jamás volverás a recuperarte.. mira si pasaron años hasta que volví a enamorarme de nuevo. Con esto no quiero decir que me subí a un altar a la espera de un milagro.. conocí gente, pero nadie me hizo ese "tilin" que te hace solamente él. Con una sola mirada hay tal entendimiento.. por eso me gusta mirar a los ojos a la gente cuando hablo, aparte de porque me parece una norma de educación.

Y ahora, dejando aparte esta entrada un poco sui generis, seguiré con mi escritura. Me está haciendo mucho bien, hoy lo hablaba con una amiga, el ir escribiendo todo.. bueno, o casi todo, lo que he vivido con mi marido.. y por eso lo hago. Y por que se que hay gente que me lee ( acaba de salir mi ego por la puerta) y quieras o no, alegra interesar a alguien, aunque sea por simple curiosidad..

En fin, que me enrollo.. Cuando nació Vicente, nuestra vida cambió por completo. A todas las mujeres que son madres no voy a contarles nada nuevo porque ya han pasado por la experiencia, pero a las que no lo son, les recomiendo, si esa puede ser la palabra, que lo prueben. Aunque sea una vez. Es algo tan hermoso. Si, te cambia la vida, pero para mejor. Incluso diría que te hace ser mejor persona, y no hay nada tan interesante como ver la vida a través de los ojos de un niño.

Noches de 3 horas, días durmiendo por las esquinas, pecho o biberón a demanda, eccemas, cólicos del lactante, dermatitis atópica, llantos, frustración, vivir sin mirarse siquiera a un espejo... si, todo aquello que te dijeron cuando estabas embarazada ES VERDAD! recuerdo que de día me dormía por las esquinas y de noche, caía rendida y a los dos minutos volvía a levantarme porque mi hijo reclamaba mi presencia.. pero también hay momentos tan especiales! su primera sonrisa, su primer diente, sus primeros pasos, sus balbuceos.. "papá", "mamá".. esas dos palabras encierran tanto.. no se, se podrían explicar miles y miles de historias..

Luego venían los ingresos en el hospital del papi.. y ahí fue cuando empecé a pasarlo mal.. porque no era lo mismo cuando estábamos los dos solos, ahora eramos tres y tenía que dejar a mi hijo con alguien porque el me necesitaba y yo lo sabía.. gracias a mi madre he podido "partirme" en dos y no defraudar a ninguno de los dos.. aunque me moría por dentro.

Mi marido fue un excelente padre. Siempre tenia un momento para su hijo. Cuantas veces me decía " todavía no puedo creer que me haya casado y que tenga un hijo".. para él fue la culminación de su vida, no había nada mas, que su hijo y yo.. eramos lo que había buscado siempre y muchas veces me decía que tenia miedo.. de tanta felicidad.

Lloraba muchas lágrimas cuando se tenia que separar de su hijo, pero siempre buscaba una sonrisa para estar con él. Jamás Vicente vio llorar a su padre, ni cuando estaba tan enfermo.. incluso ahí, entre ingreso e ingreso, le buscaba para jugar y su padre siempre estaba.. Cuanto le echa de menos ahora!

Iba a seguir pero no puedo... otro día mas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola tesoro!!
por aquí te sigo,leyendo cada una de tus entradas (te tengo en favoritos para que no se me escape ni una,je,je)

Un beso para tí y otro grande para tu mamá!!

Dun

Anónimo dijo...

Hola Cristy!
Yo también te sigo y no solo por curiosidad es que me gusta como escribes! Quizá algún dia leamos una novela tuya!
Muchos besos para Vicente y para ti!!
Macu

cristi dijo...

Gracias a las dos por leerme!

Dun, ya tengo a mi mami en casa! asi que por fin celebraremos el cumple de mi peque en condiciones.

Macu, no creo que llegue a escribir novelas..jeje.. ( cosa que me encantaria) pero te parece poca novela la vida? pues en ello estoy.. :-)

Muchos besos a los peques!